Mujeres embarazadas obesas cobra su cuota en el niño
Un doctor en medicina advierte que la epidemia de obesidad está produciendo un incremento en los embarazos de alto riesgo. No hay lineamientos estándar para el manejo de la obesidad durante el embarazo. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que todas las mujeres embarazadas sigan una dieta saludable y que consideren hacer, cuando menos, media hora de actividad física moderada por día. Pero las mujeres obesas embarazadas representan una población de riesgo relativamente nueva, lo que exige el desarrollo de herramientas adicionales para ayudar a estas mujeres a reducir estos riesgos antes, durante y después del embarazo, dice el médico.
"El manejo de la obesidad en el embarazo inicia antes, y se continúa durante y después del embarazo”, dijo el Dr. Catalano. “Hay pocos datos basados en evidencia de cómo es mejor mitigar los eventos adversos metabólicos de la obesidad en la salud de la madre (aborto espontáneo, diabetes gestacional, preeclampsia y necesidad de efectuar cesáreas) y en sus vástagos (anomalías congénitas, adiposidad neonatal y riesgo de tener obesidad infantil) una vez que la mujer ya está embarazada. Es necesario también abordar cuestiones básicas como cuál es la dieta óptima o el peso ideal durante el embarazo. En en ínterin, hasta que se intituya una forma adecuada, potencialmente personalizada de cómo abordar esto, los esfuerzos que se hagan durante el embarazo por necesidad deben enfocarse en reconocer y mitigar las consecuencias adversas metabólicas de la obesidad materna durante el embarazo, que ocurren tanto en la madre como en el niño.”
Dijo que las modificaciones en el estilo de vida como una alimentación saludable, actividad física y modificaciones del comportamiento durante el embarazo han tenido beneficios limitados en cuanto a mejorar los desenlaces perinatales, con la excepción de la reducción del peso excesivo durante el embarazo, en promedio en dos a 5 libras en mujeres obesas. La revisión fue un esfuerzo de colaboración entre el Dr. Catalano y sus colegas en Hong Kong, Brasil y Australia, para que las recomendaciones pudieran basarse en el estudio y comprensión del impacto mundial de la obesidad durante el embarazo. “No hay duda de que todos estamos viendo un incremento en problemas relacionados con el embarazo debidos a obesidad en todo el mundo,” dijo el Dr. Catalano.
La revisión por el Dr. Catalano y sus colegas internacionales se enfoca en el manejo clínico de la obesidad en el embarazo y cómo reducir los riesgos de la madre y su hijo. “La obesidad se asocia con reducción de la fertilidad, y los embarazos que se complican por la obesidad materna se asocian con desenlaces adversos, incluyendo un incremento de diabetes gestacional, preeclampsia, bebés pretérmino, incremento de nacimientos auxiliados por instrumentos o cesáreas, infecciones y hemorragia postparto,” escribieron los autores.
“El manejo médico y obstétrico de las mujeres obesas se enfoca en identificar, abordar y prevenir algunas de estas complicaciones asociadas, y es un reto difícil dado el gran porcentaje de pacientes con obesidad y porque pocas opciones terapéuticas han comprobado que mejoran los desenlaces en esta población.”
No hay lineamientos estandarizados para el manejo de la obesidad durante el embarazo, añadió el Dr. Catalano.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda que todas las mujeres embarazadas sigan una dieta saludable y que consideren hacer, cuando menos, media hora de actividad física moderada por día. Pero el Dr. Catalano dice que las mujeres obesas embarazadas representan una población de riesgo relativamente nueva, lo que exige el desarrollo de herramientas adicionales para ayudar a estas mujeres a reducir estos riesgos antes, durante y después del embarazo
Los científicos de Case Western también están llevando a cabo un estudio para determinar si los cambios en el estilo de vida iniciados en el periodo postparto podrían ayudar a reducir los riesgos para el siguiente embarazo de una mujer. En 2008, había casi tres mujeres con sobrepeso u obesas en edad reproductiva por cada mujer con bajo peso, de acuerdo con el Dr. Catalano y sus colaboradores.
Sugieren que los médicos que trabajan con mujeres con sobrepeso u obesas en edad reproductiva ofrezcan un manejo del peso antes de que conciban para mejorar la salud metabólica y la fertilidad y reduzcan la posibilidad de embarazos fallidos. También debería hacerse un estudio para determinar si hay diabetes. Una vez embarazada, la paciente debería recibir instrucciones de cómo mantener una ganancia de peso gestacional saludable (mediante alimentación y ejercicio). Los estudios sugieren que 50 a 60 por ciento de las mujeres obesas ganan más peso durante el embarazo del que recomienda el Instituto de Medicina (IOM).
La revisión también sugiere que los médicos realicen estudios para detectar problemas estructurales en el feto. A la mitad del embarazo, dicen los expertos, que los médicos deberían también hacer estudios para detectar diabetes y preeclampsia, y hacia el final del embarazo también debería haber una evaluación de sobrecrecimiento fetal (que es mucho más común en mujeres embarazadas obesas). El equipo de parto debe también estar alerta por si es necesario un parto mediante cesárea.
Algunos estudios han mostrado que la tasa de fallo de la inducción es el doble en las mujeres obesas comparada con las mujeres que iniciaron el embarazo en un peso saludable. Las mujeres obesas en la etapa postparto también estuvieron en mayor riesgo de sufrir un tromboembolismo venoso, tener dificultades con la lactancia y padecer depresión. Las nuevas madres que están batallando con la obesidad también tienen problemas para poder alimentar al seno a sus bebés.
El Dr. Catalano y sus colaboradores creen que en vez de iniciar un esfuerzo de cambio de hábitos y reducción de la obesidad en la adolescencia, como se ha discutido en otras revisiones de esta serie, el periodo postparto bien podría ser la mejor oportunidad para ayudar a asegurar un verdadero cambio hacia un peso saludable y mejores hábitos para un siguiente embarazo, lo cual afectaría a toda la familia. “Hay evidencia creciente que muestra que los hijos de madres obesas están en alto riesgo de tener un peso excesivo en la infancia,” dijo el Dr. Catalano.
El experto de Case Western y de Medicina Materno-Fetal de MetroHealth dijo que aún no está claro qué intervenciones en el estilo de vida podrían servir para reducir los factores de riesgo en la madre y el hijo. “¿Qué podemos hacer?” Estamos tratando de estudiar precisamente esto. Lo ideal es ayudar a la mujer a mejorar su salud metabólica antes de que se embarace. Pero ¿cuál es la mejor dieta? ¿Habrá diferentes abordajes en otras partes del mundo?¿Qué pasa si manejamos la ganancia de peso durante el embarazo? ¿Cómo podemos trabajar todos juntos para reducir los defectos al nacer? Hay un largo camino pero el reconocer el problema ya es el primer paso en la dirección correcta.
Necesitamos desarrollar un abordaje completo de seguimiento de vida para este problema usando medidas de salud pública, incorporando a la industria de los alimentos, a los obstetras, pediatras y a los profesionales de la salud aliados tales como nutriólogos y médicos del deporte. Debemos abordar estas preguntas por el bien de nuestros pacientes y de generaciones de niños que aún no han nacido.
Ligas: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/10/161014103221.htm
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