Relación entre microbiota materna y anticuerpos neonatales

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Mamá sosteniendo su bebe en brazos

Un sistema saludable de bacterias intestinales, también conocidas como microbiota, es crucial para la salud: no solo ayudan con la digestión, sino que juegan un papel importante en la respuesta inmunológica del cuerpo. Sin embargo, los bebés no nacen con una microbiota intestinal completa, lo que dificulta el combate de infecciones intestinales.

Aunque se sabe poco sobre el desarrollo del sistema inmunológico durante la infancia, una nueva investigación del Departamento de Ciencias Biomédicas y Patobiología del Colegio de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland arroja nueva luz sobre este tema.

Un equipo de investigación liderado por el investigador Xin Luo utilizó roedores para demostrar una relación causal entre la producción de anticuerpos neonatales y la microbiota de la madre. Los resultados de la investigación se publicaron en el artículo "Regulación de la producción de IgA neonatal por la microbiota materna", en la revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

"Nuestro estudio identifica que la microbiota materna –bacterias inofensivas que viven en la leche materna– tiene una función educativa en la respuesta de los anticuerpos del bebé. En particular, hemos descubierto que la IgA, el anticuerpo más abundante en el cuerpo humano que protege contra infecciones, puede ser educada por una bacteria específica de la leche materna, el Lactobacillus reuteri, que es un probiótico de uso común", declara Luo, profesor de inmunología en el Departamento de Ciencias Biomédicas y Patobiología.

Los estudios de producción de IgA generalmente se enfocan en adultos y no exploran los efectos de la microbiota de las madres en el desarrollo de la respuesta inmune. Por ello, este estudio examinó a ratones recién nacidos y libres de gérmenes, amamantados por madres con diferentes microbiotas, para medir los cambios en la producción de IgA de los ratones.

Los investigadores determinaron que el L. reuteri es una de las bacterias neonatales inductoras de IgA en la microbiota materna. Por lo tanto, aumentar la producción de IgA de un bebé a través de L. reuteri podría resultar en una respuesta inmune más sólida hacia los patógenos. Estos hallazgos tienen el potencial de ser trasladados a la medicina humana debido a que en el estudio se utilizó una cepa de L. reuteri aislada de la leche materna humana.

"Será interesante ver si la microbiota materna humana tiene mecanismos similares a la de los ratones para educar la respuesta inmune neonatal, especialmente el sistema inmunológico de la mucosa", declara Qinghui Mu, becario postdoctoral en la Escuela de Medicina. "La IgA es vital para la prevención de patógenos entéricos, y las bacterias inducibles por IgA pueden suministrarse como probióticos para prevenir las infecciones entéricas de los bebés".

El siguiente paso es determinar los efectos que estos anticuerpos recién producidos tienen sobre la respuesta inmune neonatal.

"La perturbación temprana de la microbiota está relacionada con el desarrollo de enfermedades autoinmunes y pese a que aún no está completamente claro si los cambios inmunológicos observados podrían afectar el desarrollo autoinmune, si logramos identificar microbios que mejoren las defensas sin desencadenar la autorreactividad, entonces podríamos usarlos para proteger a los bebés de infecciones", asegura Brianna Swartwout, Ph.D. y candidata del Programa de Posgrado en Biología, Medicina y Salud Traslacional.

El objetivo de la investigación, de acuerdo a Luo, es comprender a profundidad los beneficios de los microbios para recomendar soluciones, como los probióticos, que fortalezcan el sistema inmunológico neonatal. Estos esfuerzos podrían resultar en nuevas estrategias médicas y bebés más sanos.

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